No queda duda, por lo menos en la CDMX la banda argentina “Él Mató A Un Policía Motorizado” tiene
siempre un recibimiento espectacular, y lo refrendó este jueves 25 en la Sala Puebla que se ubica en la colonia
Roma Norte. Donde a partir de las 10:00 sus fieles fans, pudieron corear de
principio a fin un paseo de los oriundos de La Plata por diferentes temas de su
discografía.
Hace un año, cuando en el Circuito Indio se presentaron con total éxito en
el foro Indie Rocks unos días después de estrenar “La Síntesis
O'Connor“ era la
segunda ocasión que visitaban México.
Tras su éxito en ese ciclo de conciertos, las presentaciones de esta
banda no han parado. Esta vez, tras poco más de un año de su lanzamiento, el repertorio
de la banda fue bastante más amplio,
alternando entre canciones de este disco, “La dinastía Scorpio (2012) y su
disco homónimo lanzado en 2004.
Las puertas de la pequeña Sala Puebla abrieron a las
20:00 pm, y aunque inicialmente la pequeña fila que esperaba fuera del recinto,
anunciaba que este no sería uno de sus conciertos con mayor afluencia, la sala
poco a poco se llenó a su totalidad, hasta el punto en que era difícil circular
entre tanta gente. Como en 2017, el público convocado se componía de un alto
porcentaje de fans argentinos, y banda chilanga de todas partes de la zona
metropolitana. ¡Incluso gente de
Coacalco!
Dos horas de espera para asegurarme un buen lugar frente al
micrófono de Santiago
Motorizado, hasta que las luces se apagaron y comenzaron los
primeros e inconfundibles acordes de “Magnetismo” en el teclado de Chatrán,
una canción de “Dinastía Scorpio”
a la que precedió “La síntesis” un tema instrumental de su último
disco que con un estribillo muy particular que dice algo así como “oh oh oh uoh oh oh oh uoh”. Le siguió “La Noche Eterna” una inconfundible y
melancólica canción que en mi opinión es la mejor del “La síntesis O´Konor”.
Si bien, escuchar a El
Mató a un Policía Motorizado en sus grabaciones de estudio puede llegar a
ser poco interesante en muchos casos, pese a la distinguida producción de
Eduardo Bergallo (La síntesis
O´Konor) y su exquisita grabación, y muchas de sus letras no son
sino ensambles aleatorios de frases muy lejanos a tener alguna intención
poética y carentes de peso literario (algo
que recuerda a Zoe, pero por mucho no llega a su nivel de sinsentido);
escuchar y ver a EMPM en vivo es una
experiencia totalmente renovadora del análisis que pueda hacerse de su música
en estudio.
Basta prestar un poco de atención a la dinámica que adoptan
las guitarras de Niño Elefante y Pantro Puto, para que la experiencia sea por sí misma
interesante. No se trata de la clásica configuración de una banda en vivo,
donde mientras un guitarrista luce arreglos y solos, el otro se dedica
básicamente a rellenar el sonido con acordes y ritmo. Ambos guitarristas tienen sus momentos, y
adornos muy distintivos en cada canción que alternan y pareciera que van turnándose.
Una de las canciones más coreadas de la noche, fue “La Cobra” contenida en “la dinastía
Scorpio (2012)”, Con un pegajoso y simple arreglo de guitarra por Niño
Elefante, y coro que dice “Quiero vivir con vos” y que todo el público gritaba al unísono.
Igual que esa, la mayoría de canciones que recorrieron el repertorio de esta
noche. Yo no dejo de sorprenderme, pues igual que pasa con bandas como San Pascualito Rey, el
público de EMPM es leal y ferviente,
y brinca y grita, y sigue con atención cada una de las canciones que se suceden
durante las dos horas del concierto.
24 canciones en total, entre las que se cuentan “Madre”,
“Destrucción”, “Más o menos”; en contraste con el concierto de hace un año,
su setlist de esta noche, se compone de una equilibrada variedad de temas de
sus distintos discos. Otra peculiaridad de esta banda, es que no son sólo Santiago, Pantro y Niño Elefante quienes
llenan el escenario. Seis músicos en total, donde cada uno tiene sus momentos
en distintas ocasiones del concierto. Motivado quizá por la confianza de
saberse una de las bandas consentidas de la CDMX, y una respuesta enérgica,
Santiago también tiene un desenvolvimiento más suelto en el escenario, brinca,
se retuerce, rockea con los guitarristas.
La Síntesis O´Connor es
un disco de consagración para los argentinos, un año después de su lanzamiento El Mató sigue ofreciendo conciertos por
todos lados, este año han viajado a España, Londres, Berlín, Estados Unidos y
aún se encuentran por cerrar un año a tope en ciudades como Medellín, Guatemala
y por último Buenos Aires en su natal Argentina.
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Fotos y Reseña: Ian Islas
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