Como en todo el mundo el rock se mueve cada vez más en sincronía con la manera en que fluyen las "estrategias de mercadeo", quien manda es a menudo quien tiene más dinero, así los riesgos son cada vez menos, y las sorpresas también. Los "productores" "promotores" y "medios" se encargan de fabricar éxitos seguros para un público seguro, poco interesado en prestar atención real, y en cambio: consumir. Tenemos entonces un bombardeo constante de farsas como los grammys, mtv's, etc. Donde lo mismo da Maluma qué Natalia laFourcade como exponentes máximos de talento musical. Siendo francos, ni a cuál irle.
En México la cosa es un poco más complicada, por qué la producción y difusión no sólo está dirigida desde fuera, sino que en su filtro nacional, por las manos erróneas. Creo que quedó por fin atrás la era de Moderatto, Los Odio, y esas tonterías, en cambio ahora tenemos una "escena" prolífica de Happy Punk, o DLD encabezando carteles sin cesar, bandas grotescas de tecnocumbia, y lo que sigo sin creer, fenómenos del absurdo como Silverio.
Bueno, todo esto para decir con lo anterior, que ante este panorama tan poco prometedor, cualquier músico o propuesta que pudiera tener algo que decir fuera de esa burbuja de insenzates imaginaria; podría verse virtualmente condenado a perecer, ignorado y sin oportunidad alguna de lo que busca toda propuesta musical real: rockear.
Taurina Fest
El pasado 18 de noviembre en las inmediaciones de Tláhuac, tuvo lugar un evento que lleva fácilmente unos 6 años consecutivos realizándose, esta vez con un propósito adicional: la presentación de "Identidad" el nuevo disco de Taurina, una banda defeña que lleva ya un buen rato picando piedra, como todos los proyectos que se niegan a disolverse en la nube de música irrelevante que prevalece, y resisten, manteniendo el dedo en el renglón.
Unas semanas antes, Taurina realizó la presentación de "Identidad" en el famoso Pasagüero del centro, acompañado de "La era vulgar", otra banda que por sí sola da mucho de qué hablar. La banda comandada por Tito Silva decidió no quedarse solo con su evento en el pasagüero, sino regresar al buen Tláhuac con todo el show de la nueva propuesta suya; pues, aunque parezca difícil de creer, Tláhuac es un lugar con mucho público hecho de rock.
Quienes han asistido a alguno de los eventos organizados por Taurina, saben de qué se trata: Pequeños festivales donde no se escatima en términos de producción para brindar a las bandas, actuaciones de muy buen nivel, buen sonido, buenos visuales, y buen espacio para rockear duro, cada banda desde su género y estilo propio. En sus distintas ediciones. Taurina Fest ha llevado bandas de Punk, Pop, Funk, Alternativo, Grunge, y Psicodélico, Proyectos electrónicos, Garage, etc. la mayoría de gran calidad, y esta ocasión no fue distinta. En el cartel de esta edición se presentaron “Black Lions”, La gran sociedad de monstruos, una banda que se llama Jaibol, Manhattan y Ante Huesos.
Uno de los grandes motivos que hace interesante acudir a los Taurina Fest, es que fácilmente puede uno encontrar toda clase de propuestas originales y de gran calidad, a menudo fuera de los estándares de “lo que se anda haciendo en México”, y desde luego, ver en vivo y directo a Taurina, una banda que nunca pasaría inadvertida. Está noche, el caso de AnteHuesos fue de lo más destacado, una banda capitalina, que propone letras Oníricas y Melodramáticas, la voz melódica y potente de Indi, guitarras distorsionadas de newmetal, secuencias industriales, y armonías que recuerdan a Evanescence.
La ejecución coordinada de todos sus miembros demuestra que hay bastante ensayo detrás de todo la música que presentan. A pesar de las pequeñas fallas técnicas, que por momentos dejaban detrás la voz de Indi y el bajista encargado de algunas de las armonías, su actuación fue sólida y atractiva. Los miembros de la banda en todo momento interactúan entre sí y despedían la energía que requiere este género. Canciones compuestas con flexibilidad creativa, donde se puede notar el interés de la banda por romper los esquemas clásicos de la música comercial. AnteHuesos es una banda oscura y potente altamente recomendable.
Tras su actuación, siguió Jaibol, una banda de Happy Punk, que tocó canciones de Happy Punk.
Taurina presenta “Identidad”
Quienes han asistido a alguna de las tocadas de Taurina, saben que se trata de una banda con bastante atractivo, actuaciones llenas de energía y psicodelia, donde cada miembro explota con presencia el papel que le toca ejecutar, la guitarra inconfundible de Tito, Tochi en las percusiones, Yorch en la guitarra, saxo y teclados, Daniel en la batería, y con la participación en el bajo en esta ocasión de un viejo amigo de la banda, Dany Román. Taurina es una banda de Rockandroll progresivo con tintes latinos y que a veces coquetea con lo experimental. Al momento de escucharlos, las influencias más claras que se vienen a la cabeza son Santana, Hendrix, Pink Floyd, Porcupine Tree, Deep Purple.
La stratocaster de Tito se ha vuelto un referente inconfundible para los fans de la banda, una a una las canciones llenas de sólos y el soporte rítmico de la guitarra de Yorsh confirman la banda una gran dedicación a su proyecto, Tochi en sus percusiones alterna en algunas canciones con Daniel y se pasa a la batería, mientras él utiliza la guitarra acústica, incluso salta al bajo.
Para cerrar su actuación, Taurina tocó “universos” una canción melancólica que pienso es la mejor del disco pues luce muy distinta a lo que la banda acostumbra: con arreglos de piano, un beat relajado y baladesco, una letra introspectiva y clavada, y arreglos que por momentos evocan al Division Bell de Pink Floyd.
¿El Nuevo Rock mexicano?
Una vez más y tras años de mantener el dedo en la llaga Taurina Band, los oriundos de Tláhuac, volvieron a ofrecer una buena noche de rock. Propuestas de distintos géneros y gran calidad, enfocadas más que en famosear y pretender un glamour ilusorio, en aventar sus canciones sin filtros y con la única intención de conectarse con la banda asistente. No solo actúan bandas de Tláhuac, cada edición proyectos de distintas partes de la capital asisten para presentar su música a un público rocker que bien puede aventarse una actuación de ska, como un poco de funk, progre, e incluso pop. No sólo Taurina, en los carteles de sus eventos participan todo tipo de bandas, desde proyectos con trayectoria ya considerable como URSS bajo el árbol, hasta bandas jóvenes con poco de haberse formado.
Taurina y su disco “Identidad” con su evento de presentación reproducen quizá sin saberlo, una extraña metáfora entre los ideales que su nuevo disco propone, y el empuje que poco a poco han venido impulsando desde su trinchera tlahuaquense. Acompañados por decenas de bandas con la misma potencia, encabezando un movimiento que poco a poco camina, y de él que cualquier banda quisiera formar parte; un movimiento alejado de la espectacular y ridícula cobertura mediática, de los inútiles intermediarios pseudo promotores, del consumismo voraz e irrespetuoso.
Taurina encabezando un movimiento que sin saberlo, tiene vida e inercia propia, y que reúne la potencia que el verdadero rock mexicano merece para regresar a la vida.
Escuchen “Identidad” en Spotify:
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