martes, 20 de febrero de 2024

Caminante Fest 2024: Varias cosas que aprender

Alberto Álvarez | 19 de Febrero de 2024


Vista desde la Zona General del Caminante Fest 2024


Dicen, que cada quién habla de como le fue en la feria, y también dicen que al mal tiempo hay que darle buena cara, ambos dichos son igual de ciertos, y este fin de semana pude entenderlos aún más mientras andaba en el Caminante Fest.

El sábado 17 de Febrero amaneció lluvioso en la CDMX y también en Teotihuacan, entonces, las alarmas se prendieron y las dudas comenzaron a salir de todos lados en redes ¿Qué pasó Tío Caminante se va a armar? Leí en un comentario mientras me preparaba para salir de mi casa, revisando el clima, vi que efectivamente no se pronosticaba sol, por lo que chamarra, sudadera y la esperanza de que no hubiera cancelaciones masivas fue lo que llevé en la maleta. Vía Redes sociales, la cuenta del festival nos mantenía al tanto sobre el tiempo, las condiciones del terreno y que todo estaba bajo control, pidieron permiso a la naturaleza y dijeron “jalo pues”.

Ya a punto de tomar el camión, en la central del norte, escuché a varios asistentes preocuparse debido a que el acceso se había retrasado, pero el ánimo seguía. Tomamos el autobús y mientras sucedían pláticas y recuerdos de conciertos con mis amigos, medité un poco entre el aire frío, los turistas que pedían información con gestos y señas, y una que otra canción que salía de la bocina de los viajantes, pensé en toda la polémica que había envuelto al festival en las últimas semanas.

Poco más de una hora pasó para llegar a San Martín de las Pirámides y entre nubes grises, letreros de baños en $15 pesos, locales improvisados para venta de micheladas y dulces, el camino a pie por terracería se extendía ante nosotros, bromeamos un poco diciendo “claro, pues se llama caminante, hay que darle entonces” y caminamos, entre grava, tierra, nopales, autos y motos con los que compartíamos la senda. Al menos un par de kilómetros para llegar al acceso, a partir de ese momento experimentamos el total desconocimiento de que estaba sucediendo y empezamos a nutrir filas que pensamos eran para ingresar, pero al final nadie sabía o entendía su función.

Encontramos a una persona que estaba revisando boletos, nos colocaron las pulseras de color verde, nuestros accesos eran preferentes y nos dijeron que pasáramos a la revisión, misma que con unos fue ligera o nula, y en otros casos, como el mío, fue minuciosa en donde poco faltó para que me revisaran las anginas.

Una vez dentro, escuchamos el grito de la banda, clarito y coordinado “que le suban, que le suban”, nos dimos cuenta que El Gran Silencio muy apenas se escuchaba desde nuestra sección, y tan pronto intentamos acercarnos nos dimos cuenta que estábamos muy lejos del escenario, poco a poco vimos a algunos temerarios saltar la reja y pasar a la siguiente sección, que pensamos era la VIP, al poco rato nos dimos cuenta que desde la entrada no nos habían dado la información correcta y el lugar en donde estábamos era en general, por lo que fuimos a buscar el acceso a donde nos correspondía mientras escuchábamos discutir al público con la seguridad del lugar.

Una vez instalados, y padeciendo el lodo del terreno, buscamos organizarnos para poder ver los actos que estábamos esperando, pero debo confesar que, nunca supimos que escenario era Luna y cuál el Sol. A pesar de eso, y una vez caída la tarde Nonpalidece se rifó con un set hasta catártico diría yo, Lovesong, Tu presencia y La Flor fueron algunas de las solitas que sacaron a pasear al pie de las pirámides.

Filas y filas, paciencia, poca señal y la esperanza de que el audio de los escenarios fuera mejorando, de pronto se podía ver la desbandada de gente pasando de una sección a otra, arriesgando el físico, algunos eran detenidos y otros simplemente miraban a la valla y sonreían por el logro obtenido, y se perdían entre la multitud. Después fuimos escuchando que algunos incluso entraron “gratis”, o que incluso salieron y entraron de nuevo.

Alemán y su Homeground Mafia salieron al escenario, llamémosle “Derecho”, y a partir de ahí la fiesta empezó. El publico comenzó a bromear con las condiciones climáticas, el show transcurrió bien y sin temas, la noche abrió paso a las ovaciones y la emoción por Odisseo (en el escenario izquierdo), qué a mi parecer junto con Enjambre, rescataron el festival tocando rolitas convertidas en himnos y rifándose el físico para que los miles de asistentes pudieran bailar al ritmo de "Llama Gemela", "Días de Fuego" y "Nube fantasma" nada más por mencionar un poco del Set de la banda del Edomex. El clan Navejas aventó canciones como; "Egohisteria", "Tras la Puerta" y "La Batalla", rolas que tenía un tiempo sin escuchar en un set en vivo, además de “Nueve”, “Somos ajenos”, “Dulce Soledad” y “Cámara de faltas”.





Charles Ans con mucho corazón y un set que parecía hecho por los propios fans, y Gondwana, sobre los que muchos comentaron, había sido un gran acierto el cambio de horario, porque toda la banda entro en un mood de pasarla chido y bailar sobre el lodo, o al menos intentarlo y en esa vibra de fluir con el universo, sigo, ya estábamos enlodados, con frío, cansados, ¿Qué más podíamos hacer? Si, elegimos seguirla pasando bien.

Algunas cosas que considero importante mencionar son; el compromiso de las bandas, por rifarse y entrarle al quite de a como les haya tocado, si, es cierto que pudieron cancelar pero no lo hicieron y pese a todo entregaron todo en el lugar, mis respetos.





La banda aprovechada, que vendió las chelas más caras de lo anunciado, y así como toda la flota gandalla que encarecía los precios, o incluso al salir, lo de siempre y en todos lados, taxistas manchados que se querían jubilar cobrando carísimo el traslado, si, pasa en todos lados, pero aquí se vio más.

En fin, el Caminante me dejó algo importante, y que dio sentido a esta nota, mientras veía el cielo nocturno y como la luna se paseaba entre las nubes que guiaba el viento frío de San Martín.

Quizá no es el lugar, si no el momento de complicidad que compartes con los tuyos, ese baile que inventas con tu amigo, ese abrazo que das o esa canción que dedicas y cantas a todo pulmón cerrando los ojos, quizá, el lugar y las condiciones fueron lo de menos en algún momento, y el compartir esta experiencia con ese team es lo que realmente importa.


Sin lugar a dudas esta edición del Caminante estuvo marcada por la polémica, las complicaciones y fallas en muchos sentidos, y es triste desde la perspectiva del público, ya que pintaba para ser una de las mejores ediciones por el LineUp que tenía. Independiente a las condiciones climáticas, nos encontramos con poca seguridad, y mucha buena suerte para que no sucediera algún accidente trágico, por lo que creo que el Tío deberá tener mucha autocrítica para poder aprender de los errores cometidos en esta edición, y bueno, a reserva de expectativas, poder encontrarnos el siguiente año con las lecciones repasadas.



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